Uno de los inventos de mayor trascendencia en el mundo de la medicina moderna.
El corazón es el órgano más importante del aparato circulatorio en un ser humano y músculo fundamental para la vida. Quizás, a causa de la perfección con la que fue evolucionando el cuerpo humano, ocupa el centro de la caja torácica, justo entre los pulmones y detrás del esternón, el hueso que como un centinela lo protege de todo tipo de accidentes.
Este órgano vital posee un funcionamiento permanente y en caso de detenerse, es sólo cuestión de segundos para que su propietario quede sin vida. Pero la maquinaria compleja y precisa de este órgano tan poderoso y trascendente, ha sido una de las principales fuentes de inspiración para científicos y médicos que durante cerca de 80 años han sentido atracción por emularlo en forma artificial.
A pesar de que el corazón es conceptualmente un órgano simple, ya que se lo considera un músculo que funciona de modo similar a una bomba, impulsando la sangre a través del cuerpo, se ha convertido en motivo de grandes desafíos para la medicina del último siglo, quienes incentivados por esta estructura en apariencia simple, han realizado cientos de pruebas para lograr reproducirlo mecánicamente. Pero, como muchas otras piezas casi perfectas de la naturaleza, lo simple a la vista no es tanto en la práctica.
Es una prótesis que, implantada en el cuerpo, cumple las mismas funciones que un corazón biológico. Este tipo de prótesis pueden ser utilizadas para reemplazos temporarios, en los casos de pacientes en lista de espera de donante, o en situaciones en las que se debe detener el corazón biológico para realizar algún tipo de cirugía. Existen dos tipos de corazones artificiales, los TAH (Corazón Artificial Total) y los VAD (Dispositivo de Asistencia Cardíaca).
Un TAH es un reemplazo completo del corazón biológico y requiere de la misma intervención que se realiza para un trasplante de corazón por el de un donante.
El VAD es un dispositivo que se coloca junto al corazón para dar soporte y asistencia al órgano que por algún motivo, necesita de este tipo de complemento para funcionar o recuperarse de alguna situación.
Los primeros registros de pruebas con TAH datan de 1937, cuando el médico ruso Vladimir Petrovic Demikhov ensayó con perros, la colocación de un implante basado en una bomba de rodillos que poseía un motor que atravesaba el es termómetro. Este suceso se convirtió en el mayor logro médico en toda la historia científica de Rusia.
¿Quién lo inventó?
El primer corazón artificial que fue patentado lo
inventó Paul Winchell en 1963. Posteriormente Winchell le cedió la patente
a la Universidad de Utah, donde Robert Jarvik lo utilizó como modelo para
desarrollar el Jarvik-7.
El primer trasplante de corazón artificial en el mundo
Quien recibió ese corazón fue Haskell Karp, de 47 años de
edad, un paciente moribundo por culpa de una insuficiencia cardiaca y que
habría sufrido varios infartos. La operación se llevó a cabo en el Texas Herat
Institute de Houston.
La idea era que el corazón mecánico mantuviera a Karp con
vida hasta encontrar un corazón humano que trasplantarle. Es decir, se trataba
más bien de un corazón “puente”. La operación fue bien y el corazón artificial
mantuvo vivo a Haskell durante tres días, hasta que un corazón humano estuvo
disponible para el trasplante. Lamentablemente, no pudo sobrevivir a esta nueva
operación y murió dos días después por complicaciones.
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