El lobo gris (Canis Lupus Baileyi) es la subespecie geneticamente más distintiva del lobo gris. El cuerpo de este lobo tiene dimensiones ligeramente similares a las de un pastor alemán. Su pelaje, en ocres, negro y crema. Sus ojos de tono amarillo, profundo y brillante, nos recuerdan el precioso ámbar de las maderas del sureste.
Peligro de extinción
Hasta tiempos recientes, el hábitat del lobo mexicano se extendía desde el Desierto de Sonora, Chihuahua y centro de México, hasta el oeste de Texas, sur de Nuevo México y Arizona central. (Nótese que recientes estudios completados por expertos en genética evidencian que los lobos habitaban hasta el norte de Colorado). Ocuparon un rango de hábitats muy amplio, desde zonas desérticas y semiáridas hasta bosques templados. De hábitos preferentemente nocturnos, los lobos se alimentaban básicamente de venados, berrendos, pecaríes (una especie de cerdo silvestre), borregos cimarrones, liebres y roedores. Al llegar el siglo XX, la reducción de sus presas naturales como los ciervos causó que los lobos atacaran ganado, situación que produjo agresivas campañas de exterminio por parte de agencias gubernamentales de los Estados Unidos, así como la caza desmedida de ganaderos mexicanos.
El lobo mexicano se encuentra en peligro crítico de extinción pues hasta 1976 habían solo cinco ejemplares libres que fueron trasladados a zoológicos para fomentar su reprdiccion. Al respecto la scretaría de medio ambiente, Tanya Müller, resalto que los zoológicos han dejado de preocuparse por un lugar de exhibición de animales y han pasado a llevarlos a centros de investigación.
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